El Ayuntamiento de Bilbao (España) ha instaurado una nueva figura obligatoria en las obras: un relaciones públicas.
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Levantarse por la mañana y encontrarse con una nueva obra de la que nadie ha avisado con antelación. Enviar innumerables quejas al Ayuntamiento sobre esa valla que impide el paso a tu casa y no obtener respuesta alguna. Son sólo unas de las muchas situaciones corrientes en un Bilbao que se encuentra repleto de obras a cada paso. Todas las obras conllevan sus pros y sus contras. Pero lo habitual es que acarreen algunos problemas que, sobre todo, afectan a vecinos y comerciantes. Antes, sólo quedaba aguantar ese molesto ruido o ese polvo que cada mañana entraba por la ventana. Ahora, el Ayuntamiento exige en cada obra la presencia de un relaciones públicas que busque solución a cualquier queja y mantenga informados a los vecinos de la zona, como si perteneciese a la misma organización de la obra.
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"Nuestra función es que entiendan el porqué de la obra, la vean con buenos ojos, sean avisados con tiempo de cualquier molestia y no duden en contactar con nosotros para cualquier tipo de problema, aunque sea el más mínimo", explica uno de estos relaciones públicas de las últimas obras que tienen lugar en Bilbao. "Mi trabajo se divide en tres partes. Me comunico con los afectados antes, durante y al final de las obras", añade. El relaciones, en la primera fase, avisa de los plazos aproximados de la obra y de los posibles problemas que ésta pueda acarrear. Durante la obra, visita periódicamente la zona, al menos una vez por semana, para seguir el proceso de los trabajos y elaborar un informe semanal con los cambios, quejas y demás datos de interés que obtenga, haciendo una valoración final que promete ayudar en siguientes proyectos.
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"Los obreros me llaman el pacificador; mantengo la calma en el barrio, intento solucionar cuanto antes los problemas y comunico al Ayuntamiento cualquier cambio de la obra. Así, los trabajadores se centran sólo en su trabajo, y yo, en todo lo que respecta a la comunicación", comenta.
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Los establecimientos que sufren las consecuencias de las muchas obras que afectan a Bilbao coinciden en que la figura del relaciones públicas es de mucha ayuda.
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Los vecinos, aunque sean los que tengan la relación más impersonal con él, están también muy agradecidos por la nueva propuesta del Ayuntamiento.
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Fuente: DEIA.com www.deia.com Por: Iraide Olalde
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http://www.deia.com/es/impresa/2009/08/03/bizkaia/herrialdeak/583739.php
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